Cambiar placa base y procesador con pasta térmica
Introducción
Ir al paso 1En este tutorial encontrarás el método genérico para cambiar la pasta térmica.
Este elemento es esencial para el buen funcionamiento de una computadora y muchas veces se olvida. Se recomienda cambiar la pasta térmica cada 2 años para tener un uso óptimo del procesador.
Los síntomas del envejecimiento de la pasta térmica son:
- Dispositivo sobrecalentado
- Lento de usar
- No se puede iniciar el dispositivo (seguridad)
Qué necesitas
Herramientas
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Primer paso, busca los tornillos para desmontar el lateral del chasis.
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A menudo están en la parte trasera (rodeados en rojo en nuestra foto).
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En algunos casos, es una manija que debe activarse.
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Normalmente, es necesario deslizar la cubierta hacia un lado o levantarla.
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El disipador consta de un disipador de calor y un ventilador ubicado encima del procesador. El disipador está fabricado con una pieza de aluminio o cobre, que transfiere el calor del procesador y permite que sea evacuado por el ventilador.
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Una vez ubicado, desenchufa el ventilador (indicado por la flecha naranja). Luego, desatornilla cada uno de los tornillos de retención por turno mientras mantiene una ligera presión sobre la parte metálica del disipador de calor.
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Extrae el disipador tirando de él sin forzar demasiado la tarjeta. La mayoría de las veces, los tornillos de fijación permanecen en el disipador. Al igual que el ventilador, no los separaremos del bloque.
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Si notas que el enfriador se resiste, no lo fuerces. Corres el riesgo de extraer el procesador de su carcasa al mismo tiempo. Esto puede suceder en computadoras más antiguas, hasta el socket 423.
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Para volver a aplicar pasta térmica nueva es importante limpiar a fondo los restos de la antigua.
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Para hacer esto, puedes usar etanol o alcohol isopropílico para aflojar la pasta vieja. Usar otro tipo de alcohol deja residuos al secar. Una escobilla de tela o plástico puede resultar útil para eliminar los residuos.
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Debes asegurarte de haber limpiado a fondo el lado del disipador de calor Y la parte superior del procesador.
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Una vez limpias ambas superficies, aplicamos la nueva pasta por el lado del procesador.
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Una gota es suficiente, lo importante es que cubra toda el área en contacto con el disipador.
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Para asegurarte de que se extiende bien, puedes extenderlo usando una espátula de plástico. Necesitas una fina capa de pasta, para que no se desborde una vez reposicionado el refrigerador.
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Empezamos volviendo a montar el disipador, apretando los tornillos poco a poco (¡no atornilles demasiado de una vez!)
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No aprietes los tornillos demasiado fuerte, cuando el tornillo se bloquee, ¡está bien!
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Vuelve a conectar el ventilador (conexiones con un círculo naranja).
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Cierra el chasis.
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La temperatura de un procesador en reposo depende de cada procesador. Para conocer sus especificaciones exactas y saber si estás dentro del estándar, simplemente consulta su ficha técnica en el sitio de Intel o en el de AMD.
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Para saberlo, suele estar marcado en la BIOS o mediante los comandos "sensors" o "lm_sensors" si estás en Linux :)
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Si la temperatura parece demasiado alta, es posible que el disipador de calor se haya reemplazado incorrectamente, que el ventilador no se haya reconectado correctamente o que no haya suficiente pasta térmica.
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También es posible que el ambiente sea demasiado caluroso, que no hayas limpiado los ventiladores o que haya polvo en la carcasa. Cuanto más polvo hay, más caliente está el PC, más polvo atrae, etc.
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Si ninguna de estas soluciones resuelve tus problemas, considera la posibilidad de enfriar por agua, subvoltaje del procesador, etc.
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Y démosle un segundo aire a tu computadora :)
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