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Índice de reparaciones en Francia: Un año después

Imposible de pasar por alto, el gobierno francés implementó el índice de reparabilidad en muchos dispositivos a partir del 1 de enero de 2021. Este cambio sísmico pone el tema de la reparación de teléfonos, electrodomésticos y otros dispositivos electrónicos en el primer plano de la conversación.

Es bastante inaudito que el gobierno francés haya sido capaz de implantar este índice de reparabilidad en tan solo 2-3 años. Los fabricantes han tenido que adaptarse muy rápidamente a estas nuevas normas. Además de las calificaciones energéticas a las que estamos acostumbrados, ahora tenemos una idea del potencial de reparación de su aparato, en caso de avería, o rotura. 

¿Para qué sirve el índice de reparabilidad?

Francia es el primer país importante que da un vuelco a la situación con un índice de reparabilidad que permite ser más responsable en la compra de equipos electrónicos. El objetivo es promover la reparación de teléfonos y electrodomésticos como alternativa a la sustitución excesiva de nuestros aparatos. El objetivo, obviamente, es luchar contra el cambio climático reduciendo el impacto de los bienes de corta duración.

A partir del 1 de enero de 2021, el índice de reparabilidad abarca cinco grandes familias de electrodomésticos: lavadoras de carga lateral, smartphones, televisores, computadoras portátiles y cortacéspedes eléctricos. En noviembre de 2022, el índice de reparabilidad se ampliará a cuatro nuevos tipos de electrodomésticos: lavadoras de carga superior, lavavajillas, hidrolimpiadoras y aspiradoras (con cable, robot y sin cable).

Les guste o no a los fabricantes, participen o no (con la excusa de los datos sensibles o confidenciales), este índice de reparabilidad se implantaría el 1 de enero de 2021, y así fue.

Pero, ¿por qué no se añaden las tabletas junto con los demás productos nuevos que se van a cubrir? Porque se acaba de publicar el 31 de agosto un proyecto de índice de reparabilidad para las tabletas (y los teléfonos) a nivel europeo, que se pondrá en marcha en 2023. El diseño que facilita la reparación (facilidad de acceso a las piezas), así como la disponibilidad y el precio de las piezas, también formarán parte de esta nueva normativa. Además, los restauradores se clasificarán como reparadores profesionales, lo que les otorga los mismos derechos (en concreto, información y compra de piezas).

¿Qué es el índice de reparabilidad?

El índice de reparabilidad es una puntuación sobre 10 que recibe cada dispositivo en las categorías mencionadas. Cuanto más alta sea la puntuación, más reparable es el dispositivo y, por tanto, más tiempo le durará. Un código de colores le da una idea del grado del dispositivo soñado: del rojo al naranja, pasando por el amarillo, el verde claro y el verde oscuro para los productos más reparables.

Para establecer esta puntuación sobre 10, el comité directivo del gobierno francés estableció previamente cinco criterios (aquí para smartphones):

  • Documentación: Todos los datos facilitados por el fabricante como números de serie y referencias, esquemas de desmontaje, manuales de instrucciones técnicas, software, diagnósticos, etc.
  • Desmontabilidad: Facilidad de acceso a las partes más desgastadas o rotas, como la batería, la pantalla, las cámaras y los puertos de carga. En cuanto a los subcriterios, está el número de herramientas necesarias (¡mirando a Apple y sus tornillos Pentalobe patentados!), las características de sujeción… Ya lo entiendes, cuanto más largo sea el desmontaje, menor será la puntuación.
  • Disponibilidad de piezas de recambio: El número de años que las principales piezas de recambio están disponibles para los productores, distribuidores, reparadores y consumidores. La autorreparación (es decir, la disponibilidad para los consumidores) representa 1/3 de la puntuación.
  • Precio de las piezas de recambio: Un criterio importante pero que cambia con el tiempo y a lo largo de la vida de un aparato. Y la escasez de suministros agita las cosas, como ocurrió con las tarjetas gráficas, la PS5 y la Xbox Series X. Cuanto más alto es el precio de los repuestos, menos atractiva es la reparación… 
  • Criterios específicos: La asistencia en el uso, las actualizaciones así como su duración (los dispositivos Android suelen abandonarse después de 2-3 años mientras que Apple sigue actualizando el iPhone 8 lanzado en 2017 con iOS 16) e incluso la posibilidad de borrar su dispositivo (para revenderlo como dispositivo de segunda mano o reacondicionado, por ejemplo). 

Estos numerosos criterios, con porcentajes asignados a cada subsección, ayudan a determinar una puntuación final sobre 10. ¿Pero quién determina estas puntuaciones? Pues… Son los propios fabricantes.

Este es un punto que plantea HOP (Halte à l’Obsolescence Programmée), ya que la imparcialidad de esta calificación está destinada a ser cuestionada. HOP es una asociación creada en 2015 que pretende movilizar a los ciudadanos, las empresas y los políticos hacia los productos sostenibles. Además, la ADEME (Agencia de Medio Ambiente y Gestión de la Energía) está analizando este sistema para conocer el impacto de su primer año.

Por el momento, no existe un comité oficial para la puntuación del índice de reparabilidad. Por parte de iFixit, todavía no hemos notado ninguna mentira descarada por parte de los fabricantes que juegan al juego. ¿Por qué? En primer lugar, porque una multa pende sobre sus cabezas. Incluso si el gobierno francés ha sido indulgente para 2021. Pero también está en juego su imagen de marca. Demasiadas notas de reparabilidad malas o falsas acabarían por manchar su reputación.

¿Anima esto a las marcas a hacer un esfuerzo? En cierto modo, sí, para algunas. Pensamos en particular en Samsung, que ha puesto a disposición muchos manuales de desmontaje en Francia, y en Apple, que podría cambiar el procedimiento de reemplazo de la cámara frontal del iPhone 13 para aumentar su calificación de 4,6 a 6,7. Pero es evidente que aún queda mucho trabajo por hacer.

iPhone 13 Camera
Guías de reparación para el iPhone 13

Las estrellas del índice de reparabilidad

Para establecer este índice de reparabilidad, el gobierno francés consultó a muchos expertos. Por supuesto, los fabricantes formaron parte de él, pero igualmente muchas empresas y asociaciones decidieron unirse a este proyecto. Es el caso, por ejemplo, de HOP y, por supuesto, de iFixit, entre otros. Todos tenían un papel que desempeñar en los grupos de trabajo, cada uno dedicado a una de las cinco familias de productos preestablecidas. Naturalmente, la distribución se hizo en función de la experiencia de cada uno.

iFixit ha participado en los debates sobre el índice de reparabilidad de los smartphones. No pretendemos haber finalizado los criterios, pero estamos orgullosos de haber podido contribuir a este proyecto.

Maarten Depypere, repair policy engineer iFixit Europe

Participar en este debate era evidente para iFixit, ya que el derecho a la reparación es una lucha que llevamos librando desde hace muchos años. Gracias a nuestra larga experiencia e investigación, hace tiempo que hemos podido establecer nuestra propia puntuación de reparabilidad. Por tanto, es natural que hayamos querido compartir nuestros conocimientos para que este índice de reparabilidad sea lo más claro posible para sus usuarios. También somos cofundadores de Right to Repair.eu, junto con ECOS, EEB, The Restart Project y otros, para promover la autorreparación en toda Europa”.

Maarten Depypere, ingeniero de políticas de reparación de iFixit Europa, que participó en los debates de Bruselas y París

Un año después, ¿cuál es el futuro de la reparabilidad?

Ha pasado más de un año desde que se implantó el índice de reparabilidad en Francia. HOP ha elaborado un informe muy completo sobre estos primeros meses con este nuevo índice.

Este índice dejó claro que la reparabilidad difiere mucho de una gama de productos a otra. En efecto, desmontar un smartphone es totalmente diferente a una lavadora, que suele tener un índice de reparabilidad mucho mayor. Y los fabricantes generalmente han seguido el juego, ofreciendo manuales de reparación o piezas de recambio. Podemos citar, por ejemplo, a Google, cuyo Pixel brilla en el ranking de reparabilidad, y con quien hemos establecido una asociación con piezas de repuesto oficiales de Google.

Este informe también muestra que cerca del 55% de los franceses ya han oído hablar del índice de reparabilidad y, además, de sus apuestas. Así pues, parece que este índice se tendrá en cuenta a la hora de comprar.

Algunos países europeos (Alemania, Bélgica, España, etc.) también han comenzado a debatir su propio índice de reparabilidad, pero hasta ahora no se ha traducido en requisitos reales. Un índice de reparación europeo sería, a la larga, una opción ideal tanto para los consumidores como para los fabricantes. La visibilidad sólo puede ser mejor. Un poco como la garantía obligatoria de 2 años de la UE, un índice de reparabilidad universal crearía los mismos derechos dentro de la Unión Europea. También permitiría a los fabricantes armonizar la información y los productos en Europa.

En resumen, Francia está dando un (muy) gran primer paso y esperamos que esto ayude a cambiar las mentalidades respecto al consumo excesivo.

Este artículo fue traducido por Mariana Roca.