Desmontaje

Si los teléfonos plegables son el futuro, ¿están realmente hechos para durar?

El Galaxy Z Flip 4 y el Z Fold 4 han llegado con los elevados precios de 999 y 1.799 dólares respectivamente, y han causado un gran revuelo, y en nuestro caso, también un crujido. Sorprendentemente, los nuevos teléfonos plegables han recibido críticas muy favorables, y han vuelto a ser considerados como el futuro de los teléfonos inteligentes. Algunos críticos, como Digital Trends, llegaron a decir que es “tan bueno que debería ser tu próximo teléfono”. Sin embargo, una pregunta permanece en la mente de todos: ” ¿Cuán pronto se va a romper esta pantalla plegable?”

¿Qué ha hecho Samsung para solucionar este problema en su cuarta generación? Averigüémoslo.

Hemos decidido someter el teléfono a un “simulador de desgaste acelerado”. Es decir, se lo dimos a Sam, Michael y Jairo y les encargamos que pusieran a prueba este teléfono del futuro en este momento. No nos decepcionaron. Después de sacudir el Fold 4 en una bolsa llena de brillantina fluorescente, lo abrimos para examinar exactamente la resistencia al polvo del dispositivo. El crujido de los engranajes que nos recibió cuando lo hicimos pareció darnos una respuesta inmediata.

Al abrir el Fold se vio que los adhesivos y las juntas hicieron un trabajo sorprendentemente bueno para mantener a raya nuestra brillantina fluorescente; tendríamos que profundizar para llegar al origen del escalofriante crujido que escuchamos antes. Efectivamente, el polvo había entrado en el mecanismo de plegado y en los engranajes, lo que significa que las bisagras tienen los días contados. Ese crujido se entiende mejor como una señal de muerte: es cuestión de tiempo que la bisagra falle y se lleve consigo la pantalla interior.

Aclaramos el problema del polvo de los plegables.

Al final de cuentas, la protección contra la entrada de polvo ha mejorado, pero es imperfecta. Lo cual, en un teléfono normal, es de esperar: nada es perfectamente a prueba de entrada. Pero cuando tienes tantos puntos de entrada, y tantas piezas de ingeniería de precisión para proteger… bueno, digamos que esperamos un poco más del futuro de los teléfonos.

Podría decirse que el cambio más impactante es, a primera vista, uno más aburrido: se trata de una actualización del plan de seguro del Fold. Como señaló The Verge, la “tarifa de servicio” para reemplazar la pantalla plegable se ha reducido de 249 dólares a 29 dólares (más impuestos) si estás dentro del período de 3 años estipulado en el contrato de seguro. ¿Fuera de esos 3 años? Podrías pagar hasta 499 dólares por una pantalla de reemplazo.

Y no olvidemos el costo del seguro. El paquete básico durante tres años te costará 396 dólares. Es decir, un total de 425 dólares, más impuestos, por una reparación de pantalla. Nos estamos acercando mucho a esa cifra de 499 dólares por un reemplazo de pantalla independiente. Aun así, la cobertura de tres años no es terrible, y si eres propenso a los accidentes, sólo necesitarás unos dos usos antes de que se amortice.

Pero ahí está el problema: si tienes que reemplazar esa pantalla dos veces a lo largo de 3 años después del uso general, entonces tenemos un problema mayor que el costo de una pantalla de reemplazo. O el teléfono no es duradero, o el reemplazo de la pantalla sigue siendo demasiado caro. Un poco de trampa para los consumidores y para Samsung.

Se supone que las pantallas no se rompen sólo por quitar la tapa trasera.

Aun así, la conclusión es que el costo de la sustitución de la pantalla se ha reducido. También hemos descubierto que la cobertura Care+ de Samsung para el Z Fold 4 se ofrece ahora a través de Servify, la empresa india de gestión de dispositivos, que a su vez ofrece un seguro a través de la compañía de seguros Wesco de Nueva York.

Entonces, ¿qué debe hacer un fanático del Fold? Pues mantenerse alejado de la arena, el polvo, la arenilla, la brillantina y cualquier cosa que pueda o no entrar en la bisagra. Estoy siendo demasiado dramático, pero ya te haces una idea. Este no es un teléfono que puedas dejar caer accidentalmente en la arena sin repercusiones. Es más, no es un teléfono que se pueda dejar caer, a no ser que puedas permitirte el costo de cambiar las pantallas, por dentro y por fuera.

Por mucho que me guste el concepto, dudo que este teléfono pueda sobrevivir en mis manos más de unos pocos meses, pero su kilometraje puede variar. Si estás de acuerdo con las opiniones favorables de los críticos, estás de acuerdo con el alto precio, y con la distribución del costo de las reparaciones a lo largo de 3 años, bien, para ti, el futuro de los teléfonos podría ser realmente plegable.

Por mi parte, creo que seguiré con mi Note 9 unos años más.

¿Estás dispuesto a apostar por un plegable por todo ese espacio de pantalla? ¿Has arreglado una pantalla plegable? Háznoslo saber en los comentarios o en las redes sociales.

Este artículo fue traducido por Mariana Roca