Un neumático pinchado en una bici es como si se te acabara la suerte, silbando en el éter mientras ruedas hasta detenerte. Tener que pagar a alguien para que lo arregle es un destino aún más cruel. Te desvías de tu camino, y probablemente pagas mucho más de lo que deberías, para poner un nuevo globo demasiado caro en tu rueda.
Si quieres, puedes arreglar un neumático pinchado tú mismo. No es tan difícil como un neumático de coche, porque la bici no pesa una tonelada y las herramientas caben en la palma de la mano. Créeme, no cambio el aceite, ya he roto un faro al intentar cambiar una bombilla y mi espejo izquierdo está lleno de pegamento.
Una bicicleta es diferente. Ninguna bicicleta moderna es tan diferente de un biciclo, ni demasiado diferente de cualquier otra bicicleta, incluso de una de lujo. No aprendes sólo a arreglar un neumático pinchado, sino a cambiar cualquier neumático pinchado. Es un trabajo que se hace sobre todo con las manos, y es una buena sensación táctil cuando las últimas piezas caen en su sitio. A continuación te explicamos cómo prepararte para ese fatídico día.
Qué tener siempre a mano
Los pinchazos no suelen ocurrir cerca de una tienda de bicicletas. Cuando tengas un pinchazo, querrás tener estos artículos a mano:
Una cámara de repuesto para tu rueda y neumático específicos. La pared de tu neumático debe llevar impreso su tamaño. La mayoría de las bicicletas nuevas tienen una medida métrica (“700c x 25”), mientras que las más antiguas y las especializadas tienen medidas en pulgadas imperiales (“27 x 1.25”). Si no estás seguro de la medida que necesitas, consulta el manual del propietario, busca en Google el modelo de tu bicicleta o acude a tu tienda de bicicletas para que te ayuden a comprar un par de cámaras.
Palancas de neumáticos. Wirecutter recomienda las palancas de neumáticos de Pedro, y yo también. Sin embargo, algunas cámaras y kits de parches vienen con palancas gratuitas, y suelen ser lo suficientemente buenas, si no estás haciendo otro trabajo en la bicicleta. Si te quedas sin palancas, puedes usar la palanca de liberación rápida de tu rueda en un apuro (¡algo que aprendí de esa guía!)
Un inflador. Una vez que el neumático esté desmontado y la cámara rota afuera, necesitarás una forma de introducir aire en la nueva cámara. Puedes comprar un adaptador para cartuchos de CO2, o un inflador más completo si tienes espacio. Si optas por esa vía, compra más de un cartucho para poder practicar (pregúntale a un tipo que se cargó un cartucho entero cuando lo intentó por primera vez, mientras sus compañeros de viaje miraban desesperados). Tenemos una guía para usar un inflador de CO2 con tu neumático de bicicleta con buenos detalles, como que tu válvula probablemente se congelará, pero no pasa nada.
La solución más fiable y sostenible es una bomba de mano, como el modelo Lezyne recomendado por Wirecutter. Móntala en tu bicicleta o métela en tu mochila, si puedes.
Unos pocos centavos. Si tu neumático recibe un feo tajo, una moneda metida entre la cámara de aire y el agujero puede salvarte la vida temporalmente y llevarte a tu destino. Y en el peor de los casos, siempre puedes permitirte el autobús o el tren para volver a casa.
Cómo hacer el trabajo
Desmontar la rueda. Es más fácil quitar la rueda delantera que la trasera, y es más fácil si tienes frenos que presionan sobre la llanta (es decir, frenos de llanta), en lugar de los nuevos frenos de disco. Pero puedes hacerlo, sea cual sea el escenario:
- Frenos de llanta: Algunas bicicletas pueden tener un interruptor rápido para soltar los frenos, otras pueden requerir apretar y soltar un cable. Si va a desmontar la rueda trasera, consulta este paso de la guía para evitar dañar los engranajes o el desviador al desmontar la rueda.
- Frenos de disco: Los pasos son similares a los de los frenos de llanta (lee los pasos 1 a 3 de esta guía), pero con una advertencia importante: si compraste una bicicleta con frenos de disco hidráulicos, no permitas que se tire de la palanca de mano de tus frenos mientras las ruedas no estén colocadas. Tus pistones pueden agarrotarse al hacer esto. Se pueden arreglar los pistones arrancados, pero no es divertido.
Retira el neumático. Empieza por el paso 4 de nuestra guía de sustitución de cámaras de aire. Desinfla el neumático presionando sobre la punta del vástago. Coloca el extremo de una palanca para neumáticos (o una palanca de liberación rápida) entre la llanta y el borde del neumático, y luego haz palanca para sacar el neumático de la llanta. Si utilizas una palanca para neumáticos, debe haber una muesca o un gancho en el otro lado que pueda engancharse a uno de los radios, manteniendo el otro extremo dentro del neumático. De cualquier manera, pasa la palanca de neumáticos alrededor de la rueda, liberando el neumático de la llanta a medida que avanzas. Una vez que hayas liberado un lado, el otro debería salir con las manos.
Inspecciona el neumático. Yo aprendí esta lección por las malas, así que permíteme que te la ahorre: revisa siempre tu neumático y trata de encontrar lo que ha provocado el pinchazo, antes de poner una cámara nueva. Lo único que quiere ese pequeño bicho es que infles una cámara nueva justo encima para volver a atacar tu dignidad.
Vuelve a colocar la cámara y asienta el neumático. Después de eso, básicamente harás la operación a la inversa, con algunos retoques. Pon un poco de aire en la cámara antes de colocarla en el neumático. Sigue las recomendaciones de Park Tool para el cambio de neumáticos: comprueba si tu neumático tiene sentido de giro (aunque no todos lo tienen), y alinea el vástago de la cámara con el punto del neumático donde te indica la cantidad máxima de inflado. Introduce todo un lado de la pared del neumático (talón) en la llanta y, a continuación, introduce el talón del otro lado, empezando por el lado de la rueda más alejado de ti. Si utilizas palancas para neumáticos, hazlo con cuidado para no pellizcar la cámara. Fíjate en las protuberancias o abolladuras, ya que podrían ser señales de un mal asentamiento o de una cámara torcida. Vuelve a empezar si no puedes arreglarlas con las manos.
Vuelve a colocar la rueda e infla. Si utilizas un inflador de CO2, sigue la guía de Christopher Tiran desde el paso 10, y no vuelvas a poner la rueda en la bicicleta todavía. Utiliza los dedos como guía aproximada, comparando la elasticidad contra tu tacto con la de tu otro neumático, y peca de no inflar demasiado y reventar otra cámara.
Si vas a utilizar una bomba de mano o de pie, vuelve a colocar la rueda (invirtiendo los pasos para quitarla), y luego infla cerca del nivel máximo del neumático (estampado en el lateral del neumático). Si utilizas una bomba de mano y sólo tienes que llegar al trabajo o a tu casa, no pasa nada si te quedas un poco corto del máximo; se hace duro hacia el final.Si utilizas una bombona de CO2, debes parar cuando el neumático se sienta firme al tacto.
Cómo parchar la cámara vieja. Si la cámara desinflada no tiene grandes agujeros o desgarros, es probable que puedas parchearla y conservarla como tu nuevo repuesto. Los parches de un buen kit (como el kit Rema TT 02 recomendado por Wirecutter) son muy resistentes. Un aforismo común en las tiendas de bicicletas es que un buen parche es más fuerte que la cámara. La guía iFixit de Jorge Saro sobre parches explica e ilustra la práctica. Para obtener un montón de pequeños consejos sobre el parcheado, y otros conocimientos básicos, te recomendamos esta página.
Este artículo fue escrito por Kevin Purdy y traducido por Mariana Roca.
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