Prueba las siguientes soluciones:
Si tu Fitbit no está completamente cargado, colócalo en su almohadilla de carga y cárgalo al 100%. Es mejor cargarlo directamente de la toma de corriente que del puerto USB del ordenador, ya que la potencia de los puertos del ordenador es limitada. Una vez que tu Fitbit esté completamente cargado, puedes comprobar que la pantalla muestra una imagen y responde.
- Asegúrate de que el bloqueo de agua de tu Fitbit está desactivado:
Algunos Fitbits tienen un bloqueo de agua que impide que la pantalla y los botones respondan a los toques y deslizamientos. Para desactivar el bloqueo de agua, seca tu Fitbit y luego toca dos veces la pantalla (Inspire y Luxe) o pulsa prolongadamente el botón lateral (Sense y Versa 3) para desactivar el bloqueo de agua. Es posible que tengas que repetir esto varias veces para liberar el bloqueo.
- Retira la cubierta protectora y/o el protector de pantalla, si lo hubiera:
Lo mejor es quitar las cubiertas protectoras o los protectores de pantalla para asegurarse de que no están bloqueando el sensor de luz ambiental. El sensor de luz ambiental de tu dispositivo Fitbit tiene el aspecto de un punto negro en el lateral del Fitbit. Cuando se cubre este punto, la pantalla suele oscurecerse automáticamente.
- Comprueba la configuración del brillo de la pantalla:
A menudo es necesario ajustar el brillo de la pantalla de Fitbit. Es aconsejable entrar en una habitación oscura para hacerlo o esperar a que esté oscuro.
Si ves una pantalla negra o en blanco en tu Fitbit, lo primero que debes hacer es intentar un reinicio normal o un reinicio forzado si es necesario.
Un restablecimiento obliga a tu dispositivo a reiniciarse, y a menudo soluciona problemas como un dispositivo negro, en blanco o que no responde.
La forma de realizar un reinicio o un reinicio forzado depende de tu modelo, así que lo mejor es que consultes el manual de usuario de Fitbit.