2023 fue un gran año para proteger nuestro derecho a reparar todo lo que poseemos.
Gracias a una nueva ley de la UE, en 2027 habrá baterías sustituibles por el usuario en todos los dispositivos portátiles y vehículos ligeros de transporte. La UE también aprobó este año una ley que exigirá piezas, herramientas y documentación para smartphones y tabletas en 2025. Y están avanzando hacia una amplia legislación sobre el Derecho a Reparar que está a punto de solucionar algunos de los mayores problemas de todas las leyes de reparación hasta ahora, prohibiendo las barreras de software a la reparación y poniendo algunos controles sobre el precio de las piezas.
Cuatro estados de EE.UU. han aprobado este año proyectos de ley sobre el derecho a reparar: Colorado aprobó la primera ley agrícola de la historia, que debería ayudar a los agricultores y a todos los consumidores. Minnesota ha aprobado el proyecto de ley de Derecho a Reparación más amplio hasta la fecha, que cubre básicamente todo lo que tenga un chip. Y la ley de California igualará el ecodiseño de la UE al obligar a los fabricantes a mantener piezas, herramientas y documentación disponibles durante 7 años. (ICYMI, California tuvo un partidario sorpresa: la propia Apple se sumó a la iniciativa). Por último, Maine aprobó un proyecto de ley con la friolera de 84% de los votos, que obliga a los fabricantes de automóviles a compartir los datos telemáticos con los propietarios y los mecánicos independientes.
El mundo entero está despertando a la reparación: Quebec sigue el ejemplo de Francia y prohíbe la obsolescencia programada. India está presionando a más de un centenar de empresas para que se inscriban en su portal de Derecho a Reparación, que se puso en marcha el pasado mes de diciembre. Y Taiwán y Bélgica han anunciado planes para crear sistemas de puntuación de la reparabilidad.
iFixit ha estado luchando todo lo que ha podido por todas partes. Hemos copatrocinado la ley de California, hemos testificado en una audiencia del Congreso de EE.UU. sobre el Derecho a Reparar, y hemos presionado a Google para que amplíe el soporte de los Chromebook a 10 años.
También hemos luchado por la reparación de otras formas divertidas: desmontamos una máquina de helados de McDonald’s, porque la ley de derechos de autor impide a los propietarios de franquicias arreglar sus propias máquinas.
Con la Coalición Europea por el Derecho a Reparar, invitamos a miembros del Parlamento Europeo a jugar a El precio (no) es correcto en Bruselas, para mostrar lo ridículamente altos que son los precios de las piezas de algunos fabricantes. (¿Adivina cuánto cuesta la placa de control de esta lavadora de 984 euros? Si has acertado cerca pero no más de 574€, ¡has ganado!).
Además, aparecemos en una magnífica exposición del Smithsonian en Washington DC sobre teléfonos móviles, en la que puedes probar a reparar tú mismo un teléfono móvil virtual.
La reparación sigue ganando, pero la lucha no ha terminado. En 2024, seguiremos luchando para prohibir las restricciones de reparación por software emparejamiento de piezas, para conseguir que se cubran aún más productos (los usuarios de sillas de ruedas de Colorado no son los únicos que necesitan un mejor acceso a la reparación) y para presionar a los fabricantes para que compartan aún más piezas, herramientas y documentación que el mundo de la reparación necesita.
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