Es fácil olvidarlo, porque son muy divertidos. Pero la principal razón por la que hacemos desmontajes en iFixit es para ver cómo se desmontan las cosas. Después de haber desafiado el cristal, los cables y el pegamento de la batería de un Galaxy Note 20, desmontamos uno más metódicamente (a veces el original, si se puede salvar), tomando fotos y notas para crear guías de reparación.
Como cualquiera que arregle estas cosas una y otra vez, vemos tendencias, rarezas y dolores de cabeza recurrentes. Nos preparamos para el cable oculto, el pegamento pegajoso, la pequeña pieza que vive para engancharse en tu spudger. Ya es hora de que te hagamos partícipe de algunas de nuestras charlas de taller.
Así que… Esta publicación inicia una serie de explicaciones sobre ciertas marcas de dispositivos y lo que se puede ver en cualquiera de ellos. Se basa en la experiencia de nuestros ingenieros de desmontaje, escritores técnicos, y yo, el charlatán que fue a la escuela de reparación de tableros, pero, más importante, puede dirigir mensajes a las personas experimentadas que trabajan aquí.
Sin embargo, no podemos pretender conocer todas las peculiaridades, y hay gente que ha arreglado muchos más aparatos que nosotros. Si tienes tu propia experiencia con ciertas marcas y quieres ayudar a los que están empezando, dinos qué deberíamos añadir aquí. Comenta en esta artículo, o búscanos en las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram).
Lo peor: el cristal trasero
Una vez me ofrecí a hacer un cambio de pantalla y batería en el Samsung Galaxy S8+ de mi amigo, si ellos pagaban las piezas. No es algo que vaya a ofrecer de nuevo, especialmente si se van a sentar frente a mí mientras lo hago. Hay que quitarle la parte trasera a un teléfono Samsung moderno para poder llegar a cualquier otra cosa, y quitarle la parte trasera implica calor, alcohol, fisuras, juramentos, oraciones murmuradas y tratar de no gritar cuando se ven las primeras grietas.
Samsung está muy orgullosa del “arte” de sus diseños de cristal curvado. La realidad de trabajar con ellos es mucho menos elegante. Si el cristal trasero tiene alguna grieta, el uso de cualquier herramienta para pasar por debajo del borde curvo del cristal probablemente las exacerbará, o causará grietas más grandes al estilo de una telaraña. Conseguir un agarre en la parte trasera del cristal es complicado, y luego encontrar un ángulo de palanca que levante el cristal sin demasiada presión en un solo lugar… es malo.
Lo que realmente lo eleva de “molestia” a “traición” es el pegamento. El pegamento que sujeta la carcasa trasera en un Samsung moderno es “un desastre negro espeso y pegajoso”, dice el escritor de iFixit y antiguo ingeniero principal de desmontaje Sam Goldheart. Y empeora a medida que el teléfono envejece, que es, por supuesto, precisamente cuando se quiere quitar la cubierta para cambiar la batería. Se requiere “una cantidad incómoda de calor para aflojar,” dice el escritor técnico Arthur Shi, y todavía “a veces se siente como la cubierta trasera es imposible de quitar.”
“Apple puede disuadir a la gente de abrir sus teléfonos con tornillos propietarios”, dice Shi, “pero el brutal adhesivo de Samsung suele ser más efectivo”.
Esto no quiere decir que no puedas hacerlo. Yo saqué la parte trasera del S8+ con nuestro iOpener, varios viajes al microondas y paciencia. Pero si no eres un veterano, podría ser prudente comprar un cristal trasero de reemplazo (como esta versión del S9) junto con tu nueva batería o pantalla, para que estés cubierto y puedas avanzar con un poco más de confianza.
Es posible que tengas que transferir algunas piezas pequeñas a una nueva parte trasera, como el sensor de huellas dactilares o el flash de la cámara (la cinta adhesiva Tesa es muy útil para eso). Pero sigue siendo mejor que dejar tu teléfono con un aspecto peor que cuando te sumergiste en él.
Baterías
Una vez que has quitado la parte trasera, y has quitado el marco medio, puedes llegar a la batería. Excepto que, en realidad, no se puede.
Hay todo un bloque de pegamento muy pegajoso que mantiene la batería en su lugar, lo que requiere una gran cantidad de removedor de adhesivo o isopropilo, calor en la parte frontal del teléfono, o ambos. Pero no es tan sencillo como aplicar productos químicos y luego hacer fuerza. En algunos modelos, el compartimento situado debajo de la batería tiene un corte en el centro, que deja al descubierto la parte trasera de la frágil pantalla OLED. Así que tienes que aplicar, hacer un poco de palanca, ver cuánto puedes conseguir en la batería, y luego volver a intentarlo. No puedes utilizar herramientas metálicas, por miedo a dañar la pantalla (o, peor, la batería).
Las baterías de Samsung “están en estos terribles pozos apretados en los que es difícil hacer palanca”, señala Goldheart. Se podría pensar que, después de que el reducido espacio de la batería pareciera ser parte de la causa de la explosión del Note 7, Samsung daría a sus baterías mucho espacio, y tal vez incluso se relajaría con el pegamento. En todo caso, se han vuelto más agresivos.
Al igual que con el cristal trasero, la mejor herramienta que tienes es la paciencia. A partir del S7, las baterías de Samsung parecen estar diseñadas para soltarse con alcohol isopropílico -incluso hay pequeños pozos con forma de lágrima en los lados del compartimento de la batería para canalizar el material por debajo. No hagas palanca con demasiada fuerza, no utilices la herramienta equivocada por frustración y deja que el alcohol haga su trabajo.
Pantallas
Una vez que hayas quitado el panel trasero, desconectado o retirado la batería, y desconectado el enchufe de la pantalla de la parte trasera, estarás listo para ir a la pantalla. ¿Es el pegamento más suave, el panel más fácil de quitar que el cristal trasero? No lo es. Puede ser significativamente más fuerte”, se señala en una guía, de manera que se puede cambiar el iOpener por un secador de pelo o una pistola de calor para aumentar el factor de fusión del pegamento.
Una pantalla moderna de Samsung tiene el mismo cristal curvado y el mismo pegamento fuerte que el panel trasero, pero esta vez también hay una pantalla OLED delgada. Es demasiado fácil clavar la púa o la herramienta entre el OLED y el cristal, lo que probablemente cause daños en la pantalla. En algunos modelos tendrás que hacer un poco de palanca en la placa madre para desconectar el cable de la pantalla. Son muchos pequeños riesgos que se suman, todo para reemplazar un componente que muy probablemente se dañe en una caída del teléfono.
Sabiendo esto, algunos vendedores de piezas, incluidos nosotros, venden las pantallas de Samsung con la carcasa, el marco intermedio y la mayoría de las demás piezas pequeñas conectadas. Eso significa que tu trabajo es poner las placas del teléfono, la batería, el cristal trasero y otros componentes de nuevo en el marco. ¿Es eso más fácil que quitar dos paneles curvados, sujetos por un fuerte pegamento? Para algunos. ¿Es triste pensar que para sustituir la pantalla de un dispositivo popular haya que elegir entre la cirugía de secado de pelo o la realización de una variación de la paradoja de Teseo? Sí.
Pequeños detalles
Bien, hay algunas cosas alentadoras que hay que saber para arreglar un teléfono Samsung:
- Aunque quitar el cristal trasero es una dolorosa tirada de dados, al menos se puede sustituir el cristal trasero en la mayoría de los teléfonos Samsung. Ese no es el caso de los iPhones, u otros dispositivos con un mercado de piezas más pequeño.
- No suele haber cables trampa inesperados que conecten la parte delantera o trasera de un Samsung a la placa, aparte de las obvias cintas para la pantalla, los sensores de huellas digitales y demás similares.
- Los dispositivos biométricos no están fijados a la placa madre, por lo que pueden ser reemplazados, a diferencia de las herramientas de huellas digitales e identificación facial de Apple.
- El puerto de carga USB suele formar parte de un componente discreto y reemplazable.
A menudo da la sensación de que la filosofía de Samsung es que sus dispositivos no necesitan ser cómodos de reparar, porque están sellados y son duraderos. Pero eso ignora el simple hecho de que la mayoría de sus teléfonos insignia son de cristal, por delante y por detrás. Y todos los teléfonos de Samsung tienen una batería en su interior, un componente consumible que debe sustituirse, en lugar de cambiar todo el teléfono.
¿Nos hemos olvidado de incluir algo? ¿Cuál es el rasgo típico de los dispositivos Samsung que has encontrado al repararlos? Comenta a continuación, etiquétanos en las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram).
Créditos: Este artículo fue escrito por nuestro editor Kevin Purdy y traducido por Mariana Roca.
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